
“Desde que me involucré en misiones hace 25 años, siempre he sentido la necesidad de ver a más latinos sirviendo en campos transculturales. Después de coordinar y ayudar en 5 programas de capacitación misionera, y enfrentar muchos desafíos y obstáculos para ver a nuestros aprendices sirviendo en esos campos, a menudo surge la pregunta: ¿por qué seguir capacitando a venezolanos si es una experiencia tan difícil para ellos conseguir apoyo o por qué seguimos invirtiendo nuestros esfuerzos en unos pocos?
Ha sido una experiencia humilde capacitar a trabajadores en Venezuela y confiar completamente en Dios para abrirles un camino hacia los campos, y mi respuesta es muy sencilla: Dios está trabajando en nosotros la resiliencia.
Continuar desafiando a la iglesia local cuando las misiones no son su prioridad.
Seguir creyendo en el llamado que Dios encendió en los corazones de su pueblo.
Resistir la tentación de abandonar el país, “buscando un futuro mejor” lejos de la voluntad de Dios.
Confiar en el favor y la provisión de Dios en todas las circunstancias.
“Gracias al Padre que tiene propósitos eternos con el pueblo venezolano, Él sigue llamándolos, moviéndolos y proveyéndolos y muy pronto tendremos más venezolanos sumándose al programa de capacitación Iniciativa Pionera en Paraguay, con el objetivo de servir transculturalmente”.